Nosotros, los organismos vivos tendemos a degradarnos, deteriorarnos y envejecer con el flujo de la vida, nuestro sistema de equilibrio dinámico tiende al desorden. Nuestra necesidad básica de consumo no es mas que un aumento de entropía en busca de un equilibrio perfecto al que es imposible llegar. En un sistema no aislado el hecho de disminuir nuestra entropía esta ligado al desorden y el aumento entrópico de las substancias que consumimos.
No podemos vivir eternamente. El elixir de la vida, la fuente de la juventud de la que nos hablaban en nuestra infancia no es mas que una lucha interna por la búsqueda de nuestro equilibrio, de hecho, inalcanzable.
Miguel Álvarez, 29 de marzo, 2011